[Historia] Némesis Parte 1

[Ray_Storm]

Recuerdos de un lejano pasado vienen a mi mente mientras espero impotente en una habitación, atado a una forma reducida de quien fui. Aquellos que me encerraron ya no existen, pero aún me encuentro atrapado, se aseguraron de no dejar ningún escape, aunque quien podría escapar en mis condiciones, apenas y puedo hablar.

Durante aquella época era parte de los “cazadores Orokin”, un grupo de elite dedicado a conquistar o erradicar posibles enemigos del imperio. Normalmente me encontraba viajando en planetas lejanos y aun así era reconocido casi en cada puerto espacial y si no, simplemente era cuestión de completar el trabajo para que recordaran mi nombre, Umbriel.

Ya fuese arreglar la lengua de un mercader para que no hablara más de la cuenta o acabar con una base de alguna oposición. Me divertía con mis enemigos cazándolos en sigilo y siempre en solitario. Rara vez los cazadores se hallaban en grupos mayores a 2 miembros, cuando eso sucedía sabíamos de sobra que no serviría ocultar el oro que nos ornamentaba y representaba.

Comenzaba lo que se llamaría la era Axi del imperio, nuestra superioridad era clara en todo el universo conquistado, lo único que se “oponía” era el Vacío, pero no parecía haber algo de interés ahí, todos los que volvían regresaban siendo esquizofrénicos o vegetales, las sondas solo mostraban un inmenso espacio de energía inutilizable.

Fui contactado desde la central en Lua mientras realizaba un trabajo de “convencimiento” de unos mercaderes a unos años luz de los límites del imperio, orden prioritaria “volver y reagruparse para asalto”. Varios años habían pasado desde que veía a esos compañeros de sangre fría, podría probar mi nuevo rifle contra ellos y satisfacer mi deseo de rivales dignos. Deje algunos cuerpos como mensaje para dar por completada mi encomienda y retorne a mi nave, coloque las coordenadas a la luna y me recosté en la cámara criogénica para dormir y no aburrirme en el viaje.

Llegue a la luna casi de ultimo, solo unos pares de naves más detrás de mí en el puerto, mire desde el puente a guerreros luchando, divirtiéndose mientras se arrogaban contra la pared y el piso del puerto, algunos otros presumían sus trofeos; armaduras, pistolas, espadas o alguna ornamenta del rival más cercano a llamársele “fuerte”. Apenas desembarcaba cuando se escuchó el sonido de la señal para reunirnos en la plaza, era hora de saber que nos podía haber traído a todos a recibir instrucciones en Lua.

La vestimenta blanca y dorada de más de 200 guerreros Orokin perfectamente formados en la plaza hacia relucir el blanco y dorado en las paredes cercanas. Entonces una proyección de los inmortales en sus tronos se hizo presente, jamás los hemos visto en persona, pero aquellos que los han enfrentado personalmente han desaparecido, fueran aliados o enemigos.

-          ¡Cazadores! – Comenzó diciendo uno de ellos – Al fin hemos encontrado un rival digno para cada uno de ustedes, alguien dispuesto a desafiarlos y a nosotros también.

-          El enemigo ha decidido comenzar destruyendo los mundos en nuestro poder – continuo otro de los inmortales – una clara declaración de guerra.

-          Sin embargo, sabemos que eso no tentara sus instintos de cazadores – una tercera voz continuaba – hemos realizado ataques de avanzada con cruceros y han fallado, por ello hemos decidido entregar esta tarea a ustedes.

-          ¡Es momento que los cazadores den una muestra que de honor a su nombre! – terminaron diciendo todos al unísono antes de terminar la proyección.

Todos los cazadores gritaron “¡Si!” mientras mantenían posiciones y en el podio se alzaba uno de nosotros para dar los detalles. Se nos mostró una transmisión de los cruceros, se enfrentaban a un ente masivo con los cañones de la nave, las torretas laser disparaban a entidades más pequeñas de formas extrañas, posiblemente cazas enemigos, cayeron unos pocos enemigos y en un instante una onda destruyo la mayoría de las naves aliadas.

Pensé que eran unos tontos y débiles, los cazadores nos movíamos en naves pequeñas para evitar esos ataques, la movilidad nos permitía evitar esas situaciones, solo era cuestión de entrar al crucero principal y volarlo para disfrutar de una cacería de los cobardes posteriormente.

Se nos mostró por último algunas imágenes de los enemigos más pequeños del enemigo, aquellos que iban a tierra a acabar con las tropas mientras otros parecían analizar la tierra y los seres vivos del lugar. Nada sorpréndete, solo veíamos soldados que caían por su incompetencia y debilidad.

En cuanto termino la instrucción recibimos algunas mejoras de arsenal y salimos a la caza del enemigo, se nos entregó un mensaje que contenía la primera transmisión del enemigo, nada importante para la mayoría, solo era la presentación del enemigo al creerse superior, “Consientes” se hicieron llamar.

Nos dirigimos al sector sigma, hacia el puerto de la estación militar en el planeta Titan, el enemigo se movía hacia esa posición según los informes, sin embargo, para cuando salimos del hiperespacio el enemigo se encontraba frente a nosotros. La estación militar se hallaba en escombros y se observaban pequeñas entidades separarse del cuerpo principal dirigiéndose al planeta.

El cazador declarado comandante de la cacería envió un mensaje a todos.

-          Parece que se nos adelantaron, pero ahora hay más para nosotros. Elijan su batalla, pueden ir al planeta por las moscas y unirse contra el cuerpo principal o seguirme contra él.

Ambas batallas nos darían el honor buscado y el que fuera más rápido terminaría con el trabajo del más lento, una apuesta entre cazadores, sincronizamos las terminales de nuestras naves con nuestros signos vitales y un contador para indicar nuestros asesinatos. La apuesta comenzó y nos separamos en 2 grupos, decidí ir por los enemigos en tierra, mejor opción para una batalla inmediata a estar buscando o abrir una estrada en la nave principal.

Nos dirigimos a toda velocidad a tierra, mi zona de batalla seria la ciudad principal de Titan, las naves se desplegaban como blanco cerca de la batalla para retar y burlar al enemigo. Los conteos comenzaron rápidamente a mostrar las muertes enemigas.

-          Estas cosas no son un reto, un disparo de mi pistola y comienzan a desarmarse – dijo de manera burlona un cazador.

-          ¿Pistola? Mi espada te iguala fácilmente, voy por el segundo objetivo – le contesto otro.

-          Solo porque me han tocado los cobardes de color azul, les atacas y salen volando a su nave – replico el primero.

 

Comencé a cargar contra los enemigos con un nuevo rifle de energía que nos habían entregado, los que no escapaban de regreso a la nave principal caían ante la mira de mi rifle. Los contadores de todos en tierra subían lentamente cuando se escuchó un fuerte chirrido desde la nave principal. Creí por un momento haber cometido un error al decidir ir a tierra ¿habrían terminado con su tarea en la nave principal? Mire al cielo para observar, pequeños cometas se incendiaban al entrar en la atmosfera mientras la nave principal mostraba un conjunto de estrellas de diversos colores orbitarla, explosiones provenientes de las armas de las naves y de las armas de los cazadores aún se observaban en el espacio, lo cual me indico que aún había tiempo para terminar aquí y unirse a la otra batalla.

No cayeron muchos antes de que 4 consientes descendieran en mi posición, pero estos mostraban estrellas de manera similar a la nave principal. Comencé a disparar, pero no caían tan fácilmente como los anteriores, uno de ellos apunto lo que parecían brazos hacia mí y lanzo una granada de energía haciendo volar el suelo donde me encontraba parado. Otro de ellos ataco con sus brazos como si de espadas se trataran, me cubrí con el cuerpo de mi rifle que se deshizo del impacto. Saque mi pistola y dispare a un cristal brillante en su pecho, aunque no tuvo mucho efecto provoco que otras unidades le cubrieran momentáneamente antes de continuar atacándome.

El más problemático de ellos era el de las granadas, así que tome impulso en una pared y clave mi daga en el cristal de su pecho, lo cual lo hizo caer. Dos de ellos cubrieron mi camino mientras un tercero se acercó y tomo los brazos del caído. Entonces comenzó a disparar aquellas desagradables granadas, esas eran sus armas, pero su debilidad parecía ser el cristal.

-          A todos los cazadores, parece que su debilidad es el cristal en el pecho – indique por el comunicador.

-          Demasiado lento Umbriel, ya nos hemos dado cuenta, pero algo va mal…  - contesto un cazador en las cercanías – estas cosas se hacen de más estrellas a su alrededor con cada golpe.

Seguí esquivando las granadas y golpes mientras disparaba para tratar de destruir el cristal de los 3 consientes restantes. Mire los contadores de mis compañeros, todos se habían detenido, algunos continuaban en la batalla como yo, otros habían caído. Disparé tan rápido como pude contra las armas de los consientes logrando que algunas cayeran de su posición. Pensaba que era mi oportunidad de acabarlos, saque mi daga y me lance sobre ellos, pero antes de clavar mi daga en el primer cristal, los 3 consientes cambiaron su forma, se contrajeron dejando expuesto el cristal que comenzó a liberar haces de luz que quemaban todo a su paso mientras sus cuerpos lo hacían girar, logre ponerme a cubierto, mi pistola quedo destruida cubriendo mi pierna, mi syandana se perdió al cubrir gran parte de mi cuerpo y recibí heridas graves en mi brazo izquierdo. Recibí entonces un mensaje desde el ordenador de mi nave “77% de la flota y armada han sido eliminados”.

Todos los cazadores habían caído casi al mismo tiempo, tanto en tierra como en el espacio, mi nave lanzo inmediatamente un viejo protocolo de emergencia desplegando un aerodeslizador hacia mi localización. Me sujete del vehículo que se movió rápidamente por los callejones, a mi paso veía a los cazadores derribados mientras los consientes aun lanzaban esos haces de luz quemando las paredes de la ciudad. No paso mucho para que dejaran de usar ese ataque y volvieran a su forma original. Mediante la interfaz en mi traje observe como fueron eliminando a algunos de los que quedaban vivos, para cuando llegue a mi nave podía contar con mis manos los que quedaban vivos.