[Historia] Némesis Parte 3

[Ray_Storm]

Mientras mi cargador me entregaba personal Corpus y Grinner de la estación, grabé un mensaje para los inmortales.

• -          Informe de proyecto; he tenido éxito en tomar el control del virus. Espero coordenadas de los consientes para proceder a la cacería.

Continúe convirtiendo a cada uno de los individuos que capturaba mi Cargador. Pronto tenía cerca de 30 unidades junto al Investigador completando tareas de preparación del laboratorio, el proyecto avanzaría a la fase 2; desarrollar armas biológicas y crear soldados que me sirvieran de fuerza de choque.

La respuesta de Lua no se hizo esperar, los mismos inmortales respondieron.

• -          Así que “has” tenido éxito ¿Quién se hace llamar líder de nuestra investigación?

• -          Llámenme Némesis, fui enviado por ustedes para….

• -          El antiguo cazador… ¿Ahora te haces llamar Némesis? Un logro digno de elogios para las mentes Corpus…

• -          El éxito es mío, ese inútil pensaba desecharme antes de darme oportunidad. Ya he arreglado su problema de percepción, ahora entregarme las coordenadas….

• -          ¿Las coordenadas de los consientes? No hace falta, ellos irán a ti, prepárate para el asalto y asegúrate de capturar al menos un consiente. Si el resultado es favorable enviaremos personal para realizar la síntesis.

Ese fue el fin de la comunicación, no había mejor escenario, lucharía a mi antojo, bajo mis reglas, en mi terreno, solo era cuestión de tiempo para la batalla. Ordene que comenzara la captura de todo ser vivo en el planeta que pudiera ser útil. En un par de días tenía más de 500 unidades bajo mis órdenes y otra cantidad similar en espera de terminar sus incubaciones para unirse a las filas, ni siquiera había utilizado la mitad del planeta.

Entonces llegaron los consientes, guiados por una flota de cruceros Orokin que caían frente al rayo de la nave principal, uno de los cruceros lanzo una capsula de escape que cayó cerca de lo que era mi base, mis siervos la recogieron y trajeron dentro de la base, una mujer se encontraba inconsciente dentro de ella, una sacerdotisa Orokin. No tardaron mucho en llegar a tierra los exploradores consientes, seguramente en busca de ella.

Mis unidades tomaron las armas del arsenal, fuese un rifle, escopeta o pistola, no importaba, de fallar las armas tenían sus nuevas características. El plan era comenzar la batalla sin permitirles analizar el lugar.

Los disparos se escuchaban incluso dentro de la base, utilizando el pensamiento de colmena observaba en cada punto como los consientes recibían daño y, tras unos momentos, regresaban a la nave principal. Los disparos cesaron por unos instantes antes de que descendieran las unidades militares de los consientes, me asegure de que cada unidad diera su mejor tiro para acabar con el núcleo consiente a la brevedad, el núcleo caía y el consiente se desplomaba al piso como un robot sin tornillos, sin embargo, cada nueva unidad que bajaba recogía el núcleo y las armas de sus compañeros caídos, así comenzaron a generar estrellas que orbitaban el núcleo y comenzaron a avanzar. Era claro que cada núcleo contenía información de la unidad anterior y eso les permitía adelantarse en combate, los lanzagranadas consientes comenzaron a destruir las trincheras y a algunos de mis siervos con sus ataques, pero tal como ellos, la información del daño recibido llegaba a mi desde los caídos, era momento de regresarles el golpe, tensando la piel de cada unidad reforcé su resistencia, continuaban disparando, aunque su movilidad se vio afectada. Cuando los consientes avanzaron los suficiente liberé la siguiente oleada.

Generados en su mayoría de la fauna local, salieron un grupo de bestias deformes, con garras y piel tan dura como el acero desde atrás de los soldados que disparaban, las balas del fuego cruzado rebotaban al tocar la piel de las bestias y cada paso hacia temblar la tierra que pisaban. La orden de las bestias era derribar a los consientes, extraer y destruir el núcleo de una sola vez e ir por el próximo objetivo. Mi cargador se encargó de traerme un núcleo intacto para intentar extraer información de las capacidades consientes.

La batalla continuaba mientras miraba aquella joya consiente, parecía simple cristal, pero debía poseer algo especial para dar vida a esos seres. Trate de analizarlo con los equipos del laboratorio, trate implantándolo en criaturas en incubación pero nada funciono, mi cargador se encargó de traerme los restos de un consiente derribado sin sus armas, al colocar el núcleo en aquel “cuerpo” sin vida, reacciono y comenzó a moverse, se movía por la habitación confundido, buscando sus armas, trate de inyectarle el virus pero no funciono, ni siquiera una estrella apareció para cubrir el núcleo, por el contrario, el núcleo termino por destruirse. Era evidente el resultado de estos experimentos, no habría posibilidad de controlarlos, eran inmunes al virus, solo quedaba su exterminio.

Continúe liberando bestias para eliminar a los consientes, durante horas la batalla no disminuyo, entonces se detuvo el asalto, las unidades consientes en tierra regresaron a su nave principal. Algo estaba a punto de suceder, esta era la calma que precede a la tormenta.

Recibí una señal no identificada en las terminales, debían ser los consientes, conecté la videollamada esperando conocer el rostro de mi enemigo y ver su expresión al mirar a quien le había contrarrestado. Inesperadamente no era un rostro lo que observe en la pantalla, era su nave principal.

• -          Mi nombre es Xelam, consiente cazador de bestias, eres una presa digna ¿Cómo he de nombrarte? – dijo una voz grave y siniestra.

• -          ¿Presa? Ja, deberías reconocer a un cazador cuando le miras. Némesis, es el nombre de tu cazador – replique con molestia.

• -          ¿Un cazador? No eres más que una bestia con buenos instintos para la batalla.

• -          Ni siquiera muestras tu rostro cuando “reconoces” a un rival, deshonras a los cazadores….

• -          Veo que no entiendes pequeña bestia – interrumpió el consiente - este soy yo, un consientes y con lo que has luchado son mis armas. Sera mejor que sepas lo que eres antes de volvernos a enfrentar.

Aquel consiente se infiltro fácilmente al sistema de comunicaciones y comenzó a reproducir transmisiones ocultas de días atrás.

• -          Aquí la base de Eris hemos perdido contacto con el laboratorio… - era una trasmisión del día que inyectaron el virus en mí.

• -          Hemos llegado al laboratorio, procedemos con la inspección - Observe como fuerzas militares se adentraban en las instalaciones y como mi Cargador y una bestia deforme destruían a cuanto enemigo se les atravesaba.

• -          Tenemos que destruir la instalación, el virus ha mutado al sujeto de prueba ¡Está fuera de control! No debe quedar nadie dentro. Solicitamos autorización para fumigar Eris. - Eso indicaba que yo era la bestia deforme que junto al cargador los eliminaba - Denegado, lo utilizaremos de todas formas – contestaban los inmortales.

No podía creerlo, los consientes podían infiltrarse en las comunicaciones Orokin tan fácilmente y aun así se quedaban a la espera de nuestro ataque.

• -          Informe de la base Delta en Eris: Los afectados por el virus han comenzado a capturar y transformar toda criatura viva en el planeta, si permitimos continúen será una infestación….

• -          La flota 302 debe llevar a la sacerdotisa al frente de batalla y, al atraer la atención de los consientes, guiarlos a Eris. La sacerdotisa será enviada a tierra en las coordenadas transmitidas – era una trasmisión de los inmortales de poco después de que los contactará.

• -          Pero la infestación podría capturarla… - contestaba el líder de flota.

• -          Tenemos control sobre la infestación, la probaremos contra los consientes – Contestaron los inmortales antes de terminar la transmisión.

¿Infestación? ¿Eso era para ellos? No era un soldado o un arma, solo una plaga, por ello no me entregaron naves para salir del planeta, para tenerme confinado.

• -          ¿Ahora lo entiendes pequeña bestia? Eso es lo que eres. Captas mi interés por tu fuerza y destreza, te daré caza a su tiempo, pero ahora quiero aquello que ellos te entregaron.

• -          ¡NO! – conteste – si quieren ver “una infestación” se las mostraré, pero no apartaré mi orgullo de cazador por ellos o por ti, si tengo algo que te obligue a pelear conmigo lo usaré y luego iré por ellos.

De un golpe destruí la consola y el monitor, sentía mi furia aumentar y el virus correr por mis venas mientras mis palpitaciones se aceleraban. Tomé a la sacerdotisa y me dirigí al bunker, mi cargador salió en busca de una nave en los puertos cercanos mientras mis unidades salían de incubación y se unían a las filas, miraba con sus ojos como descendían nuevamente las armas consientes.

• -          Somos uno… devoraremos… Si así lo deseas – comenzó a decir nuevamente una voz dentro de mi mente.

Mi pensamiento se perdió en el deseo de aniquilar cuando comenzó la batalla, ahora no atacaría con armas, la orden era embestir y destruir el núcleo de cada consiente. Mientras tanto inyecté en la sacerdotisa el virus, de sus pensamientos extraje tanta información como pude antes de que falleciera, lo más relevante fue “la transferencia”, aquello también figuraba en los archivos del proyecto, debía ser lo que buscaban los consientes. Durante horas los consientes llegaban como gotas de lluvia, Xelam lanzó su laser sobre la tierra un par de ocasiones desintegrando toda unidad en su camino, pero nunca se atrevió a atacar las instalaciones con él.

• Destrúyelos… acaba con su corazón… - seguía diciendo aquella voz en mi mente.